Que podemos hacer para evitar la discriminación de genero

1. Compartir el cuidado
¿Alguna vez escuchaste el dicho "el trabajo de una mujer nunca se termina"? Bueno, es verdad: las mujeres se ocupan tres veces más del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado que los hombres. Esto se traduce en tiempo y energía que se les quita a las mujeres para avanzar en sus carreras, ganar más dinero y disfrutar de las actividades de ocio. 
Demuestra que te importa: comprométete a repartir por igual las tareas domésticas, las responsabilidades de crianza y otro trabajo no remunerado. A continuación, te ofrecemos algunas estrategias para que te pongas en marcha:

Empieza por tener una charla con tu familia. Identifica las necesidades de cuidado y las responsabilidades domésticas.
Considera y analiza tus fortalezas cuando compartas las responsabilidades de cuidado.
Organiza las actividades domésticas mediante una lista de tareas. 
Desde poner la mesa hasta cocinar, alienta a las niñas y niños a colaborar por igual en las tareas domésticas.
Si uno de los cónyuges de la familia trabaja a tiempo completo, reconoce y admite el valor de su trabajo.
2. Denunciar los casos de sexismo y acoso 
Desde los piropos y la machoexplicación hasta las bromas sexuales inapropiadas, las mujeres se enfrentan a diario a todo tipo de comportamiento sexista e irrespetuoso en lugares públicos y privados.

Puedes ser un observador activo al romper el status quo y desafiar a tus pares. Empieza por denunciar cualquier comportamiento inadecuado de manera segura y respetuosa. Cuestiona cualquier noción estereotipada de género, como "una mujer debería saber cuál es su lugar" y "no te pongas sensible", mediante un diálogo abierto. Cuando se trate de entablar una conversación, conoce los hechos, de modo que la próxima vez que alguien te haga comentarios como "¡La brecha salarial es un mito!", puedas acallar en seco y con elocuencia esa información falsa.
3. Rechazar el binarismo de género
Repite después de mí: es la humanidad, no el hombre.

Es posible que no parezca ser un asunto importante, pero los términos como "masculino o femenino" y "mujeres u hombres" excluyen a las personas no binarias e intersexuales que no entran en ninguna de estas categorías. En todas las culturas, siempre han existido diversas identidades de género, por lo tanto, asegurar los derechos de las personas transgénero, genderqueer, no binarias y otras categorías —quienes, a menudo, sufren niveles terribles de violencia y discriminación en todo el mundo— es una parte inherente de la igualdad de género.

Todos los días, el lenguaje juega un papel muy importante en la ruptura de los estereotipos de género y el rechazo de la categoría binaria "hombre-mujer". En lugar de emplear frases como "damas y caballeros" o "niños y niñas", recurre a un término neutral en materia de género como "público", "niñez" o "ustedes". Estos pequeños cambios pueden contribuir en gran medida a cambiar las percepciones culturales de género. 

No asumas que conoces el pronombre o el género de una persona. Una manera de iniciar una conversación es pronunciar el tuyo: incluye tus pronombres cuando te presentes o agrégalos en tu firma de correo electrónico o tus perfiles de redes sociales. Los pronombres de género abarcan los siguientes: él, ella, elle, elles, ellxs, nosotres, nosotrxs.

Cuando te refieras a una persona utilizando los pronombres, el género y el nombre con los que se identifica, no menciones ni reveles la orientación sexual, la identidad de género o la condición intersexual de la persona sin su consentimiento. 
4. Exigir una cultura de igualdad en el trabajo  
Desde el acoso sexual hasta la brecha salarial de género, las mujeres enfrentan una lista completa de prácticas discriminatorias en lo que se refiere al lugar de trabajo. Exige un ambiente de trabajo progresista a través de la representación equitativa de mujeres en los altos cargos y juntas directivas, la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor y el dictado de cursos de formación sobre igualdad de género.

Las mujeres suelen hacer grandes sacrificios profesionales para tener una familia, lo que repercute en su bienestar personal y económico. Una manera de igualar las condiciones es luchar por la aprobación de políticas unificadas de licencia parental que ofrezcan un período amplio de licencia remunerada a las madres y los padres biológicos y adoptivos. Es importante alentar a los padres a desempeñar un papel activo en la crianza de sus hijas e hijos. Los programas de reinserción laboral también pueden ayudar a las mujeres a recuperar la formación que pudieran haber perdido cuando están listas para reincorporarse en el mercado laboral. 

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